13/05/2022

Minutos de lectura: 6min

10 Hábitos saludables para una vida sana

Gozar de una buena salud es esencial para mantenernos activos y llenos de energía, sin importar la edad que tengamos. No necesitas gastar mucho dinero o invertir mucho tiempo para implementar algunos hábitos saludables, todos podemos establecer una rutina sana en nuestra vida diaria y obtener grandes beneficios. De esta manera no solo nos sentiremos mejor, sino que nuestras relaciones familiares, de trabajo y amistad también pueden mejorar mucho. ¡Si estamos bien, proyectamos lo mejor de nosotros al mundo!

Escrito por:

Equipo Espacio Psicológico

¿Qué son los hábitos saludables?

Los hábitos saludables son pequeñas acciones o costumbres que podemos integrar en nuestra vida diaria. Estas actividades son benéficas y nos ayudan a desarrollarnos mejor. Se trata, literalmente, de hacer cosas buenas para nosotros mismos, para cuidarnos y mantenernos en condiciones óptimas.

Antes de mencionar los hábitos a implementar, te queremos mencionar que es importante que te plantees metas a corto, mediano y largo plazo, esto aumentará tu motivación y podrás ir haciendo seguimiento de tus resultados de manera más concreta, mejorando e identificando en el camino obstáculos que se pueden presentar.

Lo más importante es tomar consciencia que si bien, al inicio puede resultar un poco difícil, no es imposible hacerlo, no hay que rendirse. Aquí te mencionamos algunas estrategias para adquirir y mantener los hábitos saludables:

1. Identificar el hábito saludable a conseguir: Haz una lluvia de ideas y escoge un hábito que quieras incorporar o cambiar.

2. Establecer metas específicas y alcanzables: Fíjate objetivos para lograr tus metas a corto, mediano y largo plazo.

3. Definir un plan de acción de prevención de recaídas: Crea un plan B con alternativas que puedes hacer en caso de que sientas que no puedes empezar y mantener un nuevo hábito.

4. Poner recordatorios y avisos: Coloca alarmas o notas para recordar el hábito escogido.

5. Controlar y analizar el progreso: Puedes usar la técnica de calendarios diarios para monitorear tu progreso y ver como progresas en tus metas.

6. Premiar los logros: Cuando veas que has conseguido integrar un hábito y/o mantener por un determinado periodo tiempo, puedes tener opciones de premio para recompensar todo el esfuerzo realizado.

Las estrategias mencionadas son claves para adquirir y mantener cualquier hábito saludable. Te recomendamos que las sigas para tener una mayor probabilidad de que el hábito que quieres adquirir sea adquirido exitosamente.

Ahora, hay muchos hábitos saludables por descubrir que pueden darle un toque de magia a tu rutina. Algunos de ellos toman tan solo un par de minutos, pero sus beneficios duran toda una vida. Aquí te damos una lista con 10 hábitos saludables para lograr una vida más sana que Espacio Psicológico ha creado para ti. ¡Recuerda que un poco de regularidad en nuestro estilo de vida puede lograr grandes cambios en nuestra salud!

1. Hábitos tóxicos: Lo primero es deshacernos de lo que nos hace mal. Eliminar todos los hábitos que sabemos nos dañan. Consumir comida chatarra, fumar y beber en exceso, dormir mal, etc. Haz una lista de todas las cosas que no ayudan a tu cuerpo, mente y espíritu y elimínalas de tu rutina una por una.

2. Dieta equilibrada: Una alimentación saludable se rige por incluir todos los alimentos contemplados en la pirámide nutricional, pero en las proporciones adecuadas y en la cantidad suficiente (no más) para mantener las necesidades nutricionales del organismo. Es importante priorizar el consumo de frutas, verduras y carnes blancas sobre la carne roja y grasas. Esto no implica que de vez en cuando no puedas comerte algún gustito, la clave está en el equilibrio, no se trata de volverse un obsesivo del tema y estar contando calorías todo el día, solo de encontrar un punto medio y ser más consciente al momento de elegir tus alimentos.

3. Ejercicio físico: Las recomendaciones generales determinan alrededor de 30 minutos diarios de actividad física, siendo suficiente caminar a paso rápido durante este tiempo. Ello permite quemar las calorías sobrantes y fortalecer músculos y huesos, pero también ayuda a controlar la tensión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre, además de contribuir a la eliminación del estrés y ayudar a dormir mejor. Una de las mejores maneras de adoptar este hábito es buscar la actividad física que le resulte divertida, como bailar o practicar boxeo o yoga, inscribirse en un gimnasio o pagar a un entrenador personal.

4. Higiene: La higiene personal es la forma en que cuidas tu cuerpo. Todos los días entras en contacto con millones de gérmenes y virus externos. Estos pueden permanecer en tu cuerpo, y en algunos casos, pueden enfermarte. Las prácticas de higiene personal pueden ayudar a prevenir enfermedades, así como mejorar tu autoestima y apariencia física. Esta práctica incluye bañarte, lavarte las manos, cepillarte los dientes, recortarte las uñas, entre otras. Además del aseo personal también es importante cuidar el aseo de los lugares donde vives, trabajas y estudias. Mantener nuestras áreas en orden mejora nuestra productividad y genera armonía mental.

5. Equilibrio mental: No se refiere a la existencia de enfermedades mentales, sino al estado de bienestar emocional y psicológico necesario para mantener y desarrollar las capacidades cognitivas, las relaciones sociales y el afrontamiento de los retos personales y profesionales de la vida diaria. El estrés, el cansancio, la irascibilidad, la ansiedad son, entre otros, algunos de los signos que indican que el estado mental no es del todo saludable. Trata de respetar tus horarios y días de trabajo. Haz listas cuando concluyas tu día laboral para no llevarte contigo cargas que impidan desconectarte de tu oficina. Adicionalmente, intenta encontrar algunos minutos todos los días para realizar una actividad que te traiga paz. Algunas de ellas pueden ser meditar, escuchar música, leer o escribir.

6. Actividad social: Las relaciones sociales son un aspecto fundamental para la salud del ser humano y, en consecuencia, para un envejecimiento saludable. El aislamiento social puede llevar a un deterioro gradual e irreversible de las capacidades físicas y mentales, incluso a la incapacidad física y la demencia. Así que bienvenidas risas, charlas y cualquier estímulo con los otros que nos alimente el alma. Recordemos que somos seres sociales, lo que significa que necesitamos de los demás para relacionarnos, compartir y, sobre todo, para nuestro crecimiento personal.

7. Descanso: Alcanzar un sueño profundo (entre 7 y 8 hrs) es esencial para descansar y reparar nuestro cerebro, preparándonos para comenzar un nuevo día. Toma tu tiempo para recuperar tus energías y no permitas que el estrés laboral o la ansiedad perturben tu sueño. Procura antes de acostarte hacer algo que te haga feliz o te relaje, podría ser desde un baño caliente hasta ver videos que te hagan reír. También podrías poner en marcha la práctica de agradecer por el día que acaba de pasar, recordando que mañana es un nuevo día con oportunidades infinitas.

8. Hidratación: Generalmente, estamos tan ocupados trabajando, estudiando o haciendo algo que nos apasiona, que olvidamos cuando fue la última vez que tomamos agua. Recuerda que en promedio deberíamos tomar cerca de 5 vasos de agua para mantener un buen estado de salud. El agua ayuda en la digestión y previene el estreñimiento, promueve la belleza de la piel y los riñones la necesitan para diluir los desechos del cuerpo (orina). Tomar poca agua al día genera mayor riesgo de enfermedades digestivas y renales. Un ejercicio interesante para reforzar este hábito puede ser tomar un vaso de agua antes de hacer algo importante en el día. Antes de preparar el desayuno, antes de preparar el almuerzo, antes de sacar a tu perro a pasear y así hasta cumplir por lo menos 4 vasos al día. Procura adicionalmente tener siempre a la mano un envase con agua cuando vayas a salir de casa.

9. Planeación: Es importante buscar nuevos sueños y metas a cumplir para tener una vida emocionante y proactiva. Siéntate un día que estés libre y escribe una lista de las cosas que te crees capaz de hacer, planifica cuánto tiempo le vas a dedicar y mensualmente pregúntate qué tan cerca estás de conseguir esta meta. Deja la lista en algún lugar visible y con fácil acceso, puede ser tu escritorio, tu computadora o una repisa que veas con regularidad.

10. Lectura: Leer es un excelente hábito para distraernos, ya que nos conecta a otras historias ficticias o reales, e incluso nos hace aumentar nuestro vocabulario. También es un ejercicio para nuestra imaginación, al simular todo lo leído en nuestra mente. Iniciar este hábito puede ser difícil, por esto es recomendado intentar con diferentes géneros y estilos, hasta que encuentre el tuyo. Al leer te vas a transportar a mundos diferentes, no dejes pasar este consejo.

Esperamos que este artículo te haya ayudado a mejorar tus hábitos cotidianos. Es importante que tengas en mente que no es necesario incluir los 10 hábitos de una sola vez, trata de irlos incorporando poco a poco en tu rutina, puedes iniciar con los que te sean más fáciles y culminar con los más complicados para ti. Es normal tener tropiezos, recuerda que fracasar no es fallar, sino que es una forma de poder mejorar, ve esos tropiezos como oportunidades de mejora para el futuro y aprende a conocerte más y saber que necesitas.

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