25/05/2022

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Relaciones de pareja

Toda relación en sus inicios es una explosión de emociones positivas y excitantes, caracterizada por brindar alegría, confianza y confort. Esta es la etapa del enamoramiento o lo que a veces conocemos como “mariposas en el estómago”.

Escrito por:

Equipo Espacio Psicológico

Aquí no suele haber conflictos porque las dos personas que la componen acostumbran ver solo la parte positiva del otro y, por lo tanto, todo les encanta. Este periodo es usualmente breve y da lugar a la siguiente fase, conocida como la fase del compromiso. Aquí la relación ya no es tan excitante en todos los momentos, la pareja tiene que hacer frente a los problemas que se presentan en toda relación y es en estos momentos de conflictos, inconvenientes y situaciones difíciles donde se verá la verdadera fortaleza del vínculo que se ha creado a lo largo de la relación.

Es importante distinguir entre las dos fases porque una relación sana y madura no es el enamoramiento de una pareja idílica, sino el amor y comprensión que predomina en una pareja que se acepta tal y como es.

La realidad es que no todo es felicidad en una pareja, existen muchos momentos buenos, pero también existen puntos de discusión y conflicto. Las parejas felices son aquellas que mantienen un balance positivo en su relación, donde el número de interacciones positivas entre ellos es superior a las negativas. Para esto, es importante desarrollar una serie de herramientas y actitudes que nos ayuden a mejorar la comunicación con nuestra pareja y así gestionar los conflictos de una manera efectiva.

Primero que nada consideramos que es importante resaltar algunos de los problemas más comunes que pueden afectar cualquier relación:

Mala comunicación

La comunicación es fundamental en cualquier tipo de relación y aún más en las relaciones de pareja. Debemos tener en cuenta que una comunicación deficiente puede ser el origen de muchos de los problemas, particularmente el no expresar nuestras necesidades y deseos o no escuchar los de nuestra pareja.

Celos
Los celos son parte de todas las relaciones de pareja y se originan, entre otras cosas, por el miedo a perderse. Estos pueden originar problemas tanto a nivel individual como en la pareja. Por ejemplo, puede ser el origen de problemas de ansiedad, del distanciamiento emocional con la otra parte, del control excesivo sobre la otra persona, etc.

Falta de tiempo compartido
Pasar poco tiempo juntos o que este tiempo que pasemos no sea de calidad es otro de los problemas más frecuentes. Muchas veces las parejas sí pasan tiempo juntos, pero este tiempo no es de calidad y esto da lugar a insatisfacción.

Problemas en la vida sexual
La sexualidad es otro tema muy importante en las relaciones. Estas dificultades sexuales pueden ser de la siguiente naturaleza: problemas de excitación, disfunción eréctil, vaginismo, eyaculación precoz o dolor. Si se produce alguno de los anteriores, se verá afectada la sexualidad de la pareja dando lugar a conflictos.

Problemas de convivencia
Cuando se inicia la convivencia se pueden producir también algunos conflictos. El vivir con otra persona hace que nos tengamos que adaptar a una nueva forma de vida y esto puede ser complicado. Algunos de estos conflictos podrían ser tener horarios diferentes, desacuerdo en las tareas domésticas, entre otros.

Desacuerdo en las responsabilidades
Relacionado con lo anterior, el desacuerdo en las responsabilidades que cada uno tiene en la pareja es otro de los problemas más comunes. Si una de las dos partes tiene más responsabilidades que la otra y está sobrecargada pueden surgir problemas.

Desatención
Ambas partes necesitan cierto nivel de atención por parte de su pareja. El sentir que la pareja dedica más tiempo y atención a otros quehaceres puede hacer que las dificultades surjan.

Infidelidad

Este problema suele ser uno de los más difíciles de solucionar, ocurre cuando una de las dos partes decide iniciar una relación sentimental o sexual con otra persona. Aun así, el concepto de “infidelidad” puede variar de unas parejas a otras.

Monotonía
La rutina o la monotonía también es el origen de conflictos. El no tener objetivos excitantes o el no estar motivados puede dar lugar a esta rutina.

Problemas fuera de la pareja
No todos los problemas de pareja tienen origen en la pareja. Los problemas económicos, familiares, sociales, etc. que cada uno tiene a nivel individual también pueden tener implicaciones en la vida de pareja.

Falta de compromiso
Ocurre cuando una de las dos partes quiere adquirir cierto compromiso como, por ejemplo, formalizar la relación a nivel legal, tener hijos, comprar una vivienda, etc. y la otra no. Esto da lugar a conflictos o incluso el replantearse la relación.

Intereses distintos
El no tener demasiados intereses en común puede hacer que no pasemos demasiado tiempo con nuestra pareja, dando lugar a conflicto.

Problemas con las familias
Las familias de ambos integrantes son una parte fundamental de todas las relaciones. Que nuestra familia, o la de nuestra pareja, no acepte la relación, se interponga o se entrometa puede hacer que tengamos dificultades.

Crianza de los hijos
El tener diferentes puntos de vista a la hora de educar a los hijos es otro de los conflictos más comunes.


Hemos comentado algunos de los problemas más frecuentes. Sin embargo, puede haber muchos otros como, por ejemplo: diferencias en los tipos de personalidad, problemas económicos, sociales, familiares, entre otros.

La buena noticia es que casi todos los problemas de pareja tienen solución. A continuación, comentaremos brevemente algunas herramientas y estrategias que aplican las parejas exitosas en su relación:

1. Capacidad de conocer profundamente a la pareja

Nuestras parejas son personas que van evolucionando y cambiando en cuanto a intereses, necesidades, maneras de ver las cosas y manera de percibir la vida. Si nosotros no somos capaces de tener una información actualizada de nuestra pareja, no sabremos realmente quién es.

Las parejas exitosas están al tanto de sus parejas y esto lo consiguen a través de preguntas, de la escucha activa y de la observación. Se esfuerzan por conocer su vida independientemente del número de años que lleven juntos y esto les ayuda a saber que es lo importante para el otro en cada momento.

2. Muestras de afecto

Cuando empezamos una relación nos enfocamos bastante en las demostraciones de afecto, ya sea a través de besos, de caricias, de refuerzos y comentarios positivos hacia nuestra pareja. A medida que vamos poniendo tiempo en la relación se va perdiendo gradualmente esa actitud afectiva. Las parejas exitosas se esfuerzan día con día por no perder esa actitud de afecto hacia el otro. Por eso si tu relación ha perdido las demostraciones de afecto, debes implementarla de nuevo para que la relación sea satisfactoria.

3. Compartir tiempo

Muchas veces cuando llevamos tiempo en nuestra relación o convivimos con nuestra pareja confundimos el compartir tiempo con compartir espacio. Es decir, creemos que estar sentados juntos en el sofá es suficiente tiempo compartido. Las parejas exitosas reservan tiempo de ocio para hacer cosas en pareja, independientemente de que otra parte del tiempo la puedan dedicar a los amigos, la familia o a actividades individuales. Esto convierte su tiempo compartido en tiempo de calidad.

4. Ver a la pareja con ojos de benevolencia

Nuestras parejas no son perfectas. Al contrario, son personas con fallos, vulnerabilidades, virtudes y defectos. Cuando nuestra pareja comete un error, lo podemos ver desde dos perspectivas diferentes. Lo puedo ver como algo negativo y negligente de su parte y por tanto comenzar un conflicto o bien verlo desde los ojos de la benevolencia, que sería esa percepción en la que veo que los errores que comete mi pareja no los hace desde la voluntad de hacerme daño o provocarme, sino desde el ser humano que es y que por tanto comete errores.

5. Capacidad de resolución de problemas

Todas las parejas tienen problemas, tanto las parejas que son exitosas como las que no. La diferencia entre unas y otras es que las parejas exitosas se centran en la búsqueda de soluciones y no en darle vueltas al problema o en buscar culpables.

Las parejas exitosas tienen la actitud de buscar soluciones para que un problema presente hoy no aparezca nuevamente mañana.

6. Capacidad para expresarse eficazmente

Comunicarse de manera eficaz no solo es hablar de cómo nos ha ido el día o hablar sobre las cosas cotidianas. Tiene que ver con esa capacidad de expresar nuestras emociones negativas, pero desde un punto de vista constructivo, no con el objetivo de herir al otro. Es decir, es una capacidad para expresar emociones de manera clara y sencilla sin abrumar al otro con demasiada información y con el objetivo de poder entenderse.

7. Ser aliados siempre

Las parejas exitosas tienen la capacidad de ponerse siempre del lado de su pareja, independientemente que luego puedan hacer referencia a las actitudes negativas que consideran que su pareja haya puesto en marcha en esa situación.

Es importante desarrollar esta capacidad en nuestra relación, ya que nos sentiremos apoyados y apoyaremos a nuestra pareja de forma incondicional.

8. Capacidad para acorralar los problemas

Las parejas exitosas acorralan los problemas, o sea no permiten que el problema se convierta en el protagonista de la relación ya que ellos son los protagonistas de la misma. A pesar de tener un problema que tienen que resolver, que para ello usan las otras actitudes de las que hemos hablado, acorralan el problema y siguen con sus rutinas y sus actividades conjuntas de manera habitual.

9. No juzgan a sus parejas

Las parejas exitosas aceptan de forma incondicional a su pareja, no pretenden cambiarla. Esto no quiere decir que no expresen mutuamente las cosas que creen que deben cambiarse para que la relación siga funcionando y negocien para llegar a un punto de entendimiento, pero no juzgan ni presionan a sus parejas para que cambien.

10. Sinceridad con medida

La sinceridad desmedida puede correr el peligro de convertirse en impertinencia. La impertinencia puede ser dañina y herir a nuestra pareja, nunca es buena compañera de viaje en una relación. Por tanto, decir las cosas está bien y es algo que debemos hacer, como decíamos en actitudes anteriores, pero saber decir las cosas sin herir y sin dañar a nuestra pareja es algo fundamental para la buena salud de la relación.

A veces pensamos que la relación de pareja es la suma de quienes la conforman. Es decir, que lo que yo soy se suma a lo que es mi pareja y, por tanto, si ambos tenemos cosas buenas por separado, el conjunto también lo será.

Pero la realidad es que la relación es un ente independiente, es un tercero que se construye con lo que vamos depositando cada miembro de la pareja. El hecho de ir depositando ahí emociones, sentimientos, propuestas o gestos positivos es muy importante para construir una relación sana.

Esperamos que este artículo te haya ayudado a mejorar tu relación de pareja, tanto en la identificación de problemas frecuentes como en la implementación de estrategias para resolverlos. No cabe duda que las relaciones de pareja no son fáciles, pero definitivamente valen la pena. Por eso es importante hacer un esfuerzo todos los días para tener una relación sana y feliz.

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